miércoles, 27 de abril de 2022

CRÍTICA

 La tempestad/Juan Manuel de Prada

Esta novela de Juan Manuel de Prada (Baracaldo, Vizcaya, 1970) se alzó con el Premio Planeta en 1997 y supuso el espaldarazo definitivo a la carrera literaria del autor, que ya había destacado con tres obras poco ortodoxas: la inclasificable Coños (1994), el libro de relatos El silencio del patinador (1995) y la novela Las máscaras del héroe (1996).

La tempestad es, sin duda, una novela de iniciación, narrada en primera persona por Alejandro Ballesteros, un joven universitario español que está preparando su doctorado en Histroia del Arte y que acude a Venecia a estudiar el cuadro de Giogione "La tempestad", el motivo de su tesis. Solo llegar a la ciudad es testigo de un asesinato y luego se enamora de la hija del catedrático que le hace de cicerone. Este viaje iniciático representará para el joven timorato e inexperto un cambio de parámetros que le hará cambiar su forma de ver la vida, el arte y las relaciones amorosos. 

Juan Manuel Prada utiliza, a propósito, un lenguaje barroco, sobrecargado, plagado de figuras literarias y claramente inspirado en las novelas góticas y los relatos detectivescos decimonónicos, consiguiendo como resultado una novela muy personal, con una atmósfera densa, erótica, intrigante y enigmática. En ocasiones, de Prada parece reflejar con su prosa cierta pedantería que, por otra parte, es parte esencial de su personalidad, como autor y como personaje público.

En cuanto al trato que le da a la ciudad de Venecia, que tiene un protagonismo preponderante, no es especialmente original, ya que se basa básicamente en algunos manidos tópicos que explotan su imagen de ciudad decadente y maldita.


jueves, 7 de abril de 2022

 La mujer de verde/ Arnaldur Indridason

Erlendur Sveinsson es un inspector de policía obsesionado con el pasado, no solo con el suyo, sino también con los crímenes que han ocurrido hace años y han quedado sin resolver. Es un hombre maduro, divorciado, atormentado, con una hija toxicómana y un hijo con el que no hace buenas migas. Erlendur es el protagonista de una serie de novelas negras ambientadas en Reikiavik, Islandia, escritas por Arnaldur Indridason (Reikiavik, 1961) el autor
más conocido de las letras islandesas.

El hecho que desencadena esta historia es el descubrimiento de un hueso humano en los alrededores de una urbanización, al pie de una colina,, a las afueras de la ciudad. Erlendur y sus dos ayudantes, Sigúrdur Óli y Elínborg, serán los encargados de investigar el caso ayudados por un grupo de arqueólogos que realizarán una excavación en el lugar del hallazgo sacando a la luz un esqueleto completo. Entonces, deberán averiguar a quién pertenecen los restos hallados que, al parecer, han permanecido allí enterrados más de 60 años, según los expertos.

Indridason es un verdadero maestro en la dosificación de la información durante el desarrollo de la trama, con lo cual consigue que la atención del lector no decaiga durante el transcurso de la narración. Durante toda la novela Indridason entrelaza a la perfección el pasado y el presente, sin solución de continuidad, y va tirando del hilo de la investigación, poniendo al descubierto una historia brutal de violencia de género rodeada de oscuros secretos familiares, en un ambiente crudo, sórdido y sombrío, durante la Segunda Guerra Mundial y la época inmediatamente posterior.

Hay algunos pasajes de la novela que son especialmente duros y desagradables pero, llegados a ese punto, es muy difícil dejar de leerla porque la historia absorbe al lector. En mi opinión, es una pequeña obra maestra del género.