viernes, 29 de mayo de 2020

CRITICA

                                  La piel del tambor/ Arturo Pérez-Reverte
Esta novela hace gala de la mayoría de los elementos más característicos de la narrativa de Pérez-Reverte: en lo formal, una prosa exquisita, grandilocuente y en ocasiones cercana a la épica, y en lo referente al argumento, una intriga bien construida que mezcla la investigación de unas extrañas muertes ligadas con un enigma histórico, con toques de humor y pinceladas de la actualidad. En realidad, el que esté familiarizado con la obra de Pérez-Reverte se dará cuenta de que la novela transcurre por parámetros muy parecidos a los de algunas de sus obras precedentes, como La tabla de Flandes o El club Dumas, aunque a mí no me parece tan redonda.
En 1995 un pirata informático logra introducirse en el ordenador del Santo Padre y es detectado por los servicios de seguridad del Vaticano. Deja un mensaje en el que habla de una pequeña iglesia barroca de Sevilla en la que se han producido dos extrañas muertes y que está en peligro de ser derruida. Para investigar el asunto, el Instituto para las Obras Exteriores (IOE) del Vaticano manda a Lorenzo Quart, un sacerdote experto en solucionar conflictos que atañen a la iglesia católica. En Sevilla, el sacerdote tendrá que enfrentarse a una serie de curiosos personajes para resolver el enigma: una atractiva aristócrata, un banquero sin escrúpulos, una monja restauradora de arte y, sobre todo, el viejo párroco de la iglesia en cuestión.
Hay varios aspectos de la novela que me parecen muy acertados y otros, no tanto. Entre los positivos cabe destacar el papel de la ciudad de Sevilla en la trama, que se erige en un personaje más  y que da fe de la rigurosa labor de documentación del autor, y otro aspecto que me parece muy interesante es la crítica velada que ejerce sobre los poderes de la iglesia católica en la actualidad que permite hacer una reflexión profunda sobre el tema.
Entre los aspectos negativos diría que el despliegue de la trama me parece demasiado lento y la novela tarda algunos capítulos en levantar el vuelo. La trama romántica entre Macarena Bruner, la aristócrata sevillana, y el padre Quart es, a mi modo de ver, la parte de la novela que más chirría y, aunque es cierto que Pérez-Reverte es un maestro retratando las pasiones humanas, creo que en esta ocasión cae en algunos tópicos poco convincentes.
El final, a pesar de parecerme algo precipitado, consigue cerrar la historia sin provocar decepción.  

RECOMENDACIONES

El club de lectura de David Bowie/ John O'Connell
Acabo de leer El club de lectura de David Bowie y creo que es una obra estimulante que invita a la lectura. Es recomendable tanto para los fans del mítico artista como para cualquier amante de la literatura. Lo recomiendo con fervor. Y, como creo que lo merece, voy a extenderme un poco más sobre mi valoración de este libro.
Bowie tenía unos gustos literarios eclécticos y muy heterodoxos, en que integraba algunos de sus temas recurrentes; las ciencias ocultas, los trastornos mentales, su amor por las artes plásticas, las corrientes culturales modernas, la diversidad étnica y el misticismo oriental, entre ellas. También demostraba con sus lecturas la fascinación que sentía por los cambios sociales que se produjeron en el mundo desde de los años 60 del siglo XX hasta el final de su vida, en 2016.
Este libro me parece de una rigurosidad y una lucidez poco comunes y creo que uno de los mayores aciertos de la obra es que el autor comenta cada uno de los libros recomendados por Bowie relacionándolos con momentos concretos de su carrera, de modo que podemos hacernos una idea de en qué época los leyó y cómo influyeron en su vida y en su música. A mí me ha ayudado, sin duda, a descubrir nuevos autores y obras a las que difícilmente hubiera tenido acceso de otra manera.
Este libro podría incluirse en la categoría de ensayo literario pero en el subgénero de los libros que ayudan a leer más y mejor. Dentro de esta subcategoría, a la que cada día siento más aprecio, también podríamos incluir libros como Sangre en los estantes de Paco Camarasa y La vuelta al mundo en 80 autores de Xavi Ayén, que ya he reseñado anteriormente en este blog.

jueves, 14 de mayo de 2020

CRÍTICAS


Calle sin retorno/ David Goodis
Mi iniciación a la lectura se produjo a través de
la novela negra. Cuando tenía once o doce años
empecé a leer compulsivamente novela policíaca.
Entonces no sabía diferenciar todavía entre novela
policíaca, novela de misterio o enigma y novela negra,
pero lo que tuve claro desde el principio es que autores
como Hammett, Chandler, Ross MacDonald, Chester Himes
y Jim Thompson me encantaban. Ese era el tipo de novela que me
gustaba y que a mi me hubiera encantado escribir. Fue en esa época
cuando leí por primera vez a David Goodis y enseguida pasó a formar
parte del grupo de mis favoritos. La novela era Viernes 13 y realmente me
impactó.
Ahora, casi treinta años después, he vuelto a leer a Goodis, esta vez Calle sin retorno,
y no tengo más remedio que quitarme el sombrero y confirmar lo que ya pensaba;
Goodis es uno de los grandes, novela negra en estado puro.
El libro narra la historia de un ex-cantante de éxito que, empujado por una mujer fatal,
arruina su carrera y se sumerge en el mundo de la marginalidad y el alcoholismo. Por
azar se ve inmerso en los disturbios raciales que se producen en Filadelfia entre
anglosajones y portorriqueños y es acusado, injustamente, del asesinato de un policía.
Después de ser trasladado a la comisaría más brutal y dantesca que se pueda imaginar,
consigue fugarse y , a partir de ese momento, se dedica a luchar por su vida, acosado por
la policía, por los portorriqueños y por los delincuentes al mismo
tiempo que intenta demostrar su incencia y recuperar a su amada, apartándola del
grupo de indeseables con los que convive.
En Calle sin retorno encontramos todos los elementos recurrentes de la narrativa
de Goodis, impregnada siempre de su proverbial pesimismo; el hombre perseguido y
acosado injustamente por los mecanismos del estado y de la justicia,
la corrupción policial, la marginalidad, la violencia extrema, la frustración del hombre
que parecía encaminado hacia una carrera exitosa y se ve abocado a la
exclusión social debido a una fatalidad. Pero también encontramos un valor positivo
que Goodis se preocupa de mostrar en todas sus obras; el espíritu de solidaridad entre iguales
que, según su peculiar filosofía, es la única redención que le queda al fracasado social.
Esta es, pues, una de las obras cumbre de la narrativa de Goodis y un claro ejemplo de
novela negra con trasfondo social. Una obra maestra irreprochable.