sábado, 6 de noviembre de 2010

CRÍTICAS


La ciudad de los prodigios/Eduardo Mendoza
La intención de Mendoza con esta novela
era mostrar la evolución de Barcelona, y en
consecuencia, la de su sociedad, entre las
exposiciones universales de 1888 y 1929, y
para ello se sirve de la figura de Onofre
Bouvila, un joven de origen humilde que
llega a la gran ciudad para labrarse un futuro mejor.
Este personaje será el hilo conductor de
toda la trama y así seremos testigos de su meteórico
ascenso en la escala social, impulsado por su
falta de escrúpulos, su inmoralidad y su crueldad.
La historia de Bouvila estará marcada por su
relación con tres mujeres, y serán estas tres mujeres
las que directa o indirectamente proporcionarán a Onofre
los instrumentos necesarios para ascender social y
económicamente, y las que le influirán en su formación
como persona.
En la novela se combinan hechos históricos con otros
imaginados por Mendoza que, sin embargo, sabe dar un toque
literario a todo lo que ocurre. Creo que este es su mayor
acierto ya que, por contra, la novela en algunos tramos
se hace algo farragosa por el interés de Mendoza en mostrar
al lector gran cantidad de datos para intentar reflejar
la realidad de aquella época.
Mendoza es uno de esos autores que en su producción
cultiva dos tipos de literatura muy diferentes, y lo hace
a conciencia. Por un lado están sus novelas serias, como la
que ahora nos ocupa, La verdad del caso Savolta o la más reciente Riña de gatos que le ha valido el Premio Planeta,
y por otro lado encontramos sus novelas humorísticas, a ratos
desternillantes,como la trilogía protagonizada por el detective
orate (El misterio de la cripta embrujada,
El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras
)o la celebrada Sin noticias de Gurb.
Esta novela ha sido considerada, de forma unánime, por
la crítica como la obra cumbre de Mendoza y yo no quiero
restarle mérito pero sigo disfrutando mucho más con las novelas
de su faceta humorística.

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