Vaya por delante mi admiración hacia Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) que es uno de los autores más prolíficos de la literatura española de las últimas cuatro décadas y del que he leído tanto novela como ensayo, manteniendo siempre un alto nivel de exigencia.
La novela narra un episodio histórico poco conocido de la historia del célebre escritor: a las puertas de su casa de Valladolid aparece muerto el hidalgo Gaspar de Ezpeleta, apuñalado, y una vecina bea
ta acusa al escritor y a sus hermanas, las Cervantas, de estar implicadas en el asunto, por lo cual acaban en la cárcel. La duquesa de Arjona, gran admiradora de Cervantes, requiere los servicios de la joven Dorotea de Osuna, avezada investigadora, para que averigüe quién es el verdadero culpable.
Misterioso asesinato en casa de Cervantes, que ganó el premio Primavera de novela en 2015, es una novela histórica que presenta, a mi modo de ver, varios aciertos destacables: en primer lugar me ha parecido notable el dominio del lenguaje que demuestra el autor, utilizando un léxico minucioso y usando giros y expresiones propias del Siglo de Oro, que dan a la narración un aire de verosimilitud encomiable.
Otro aspecto que me parece remarcable es que la novela nos hace descubrir aspectos de la vida de Cervantes que no son tan conocidos y también su forma de vida desde un punto de vista de la cotidianidad. También es muy interesante cómo trata el autor a los personajes femeninos de la historia, que se rebelan contra el papel secundario que les correpondería desarrollar en la sociedad de la época para convertirse en piezas clave de la narración.
Por contra, la trama me parece bastante simple y se desarrolla de una forma plana y poco dinámica, sin ningún momento álgido o especialmente emocionante, lo cual provoca que el lector tampoco se identifique con ninguno de los personajes principales y no haga suyas sus cuitas.
Teniendo en cuenta esto, el resultado final me resulta un tanto decepcionante porque creo que Eslava Galán da preponderancia a los aspectos históricos de la novela, que están tratados con gran acierto, pero descuida un poco la parte que corresponde al estilo narrativo, que es la que confiere personalidad a la novela.