martes, 11 de junio de 2019

CRÍTICA

Necios y mortales/ Bernard Cornwell
Bernard Cornwell (Londres,1944) es uno de los más populares y prolíficos escritores de novela histórica de la literatura británica actual, hasta el punto de haberse convertido en un autor superventas, sobre todo desde el comienzo de la serie de novelas de Sharpe, que consiguieron un éxito instantáneo tras su publicación.
Analizaremos aquí su última novela publicada en castellano, Necios y mortales (2018) que no forma parte de ninguna de sus sagas sino que es una novela independiente y única que narra de forma magistral una de las épocas más fascinantes de la historia;  la creación del teatro profesional en el Londres de finales del siglo XVI, con la proliferación de los corrales de comedias y de las compañías teatrales patrocinadas por los nobles de la corte de Isabel I, la Reina Virgen.
El argumento de la novela es, también, original y sugestivo; el protagonista principal y narrador de la historia es Richard Shakespeare, hermano menor de William, que está malviviendo en Londres representando papeles de mujer en la compañía teatral del Lord Chambelán, en la que su hermano mayor triunfa como actor y como autor de sus obras.
Richard siente envidia de su hermano y cierto resquemor por lo que considera que es falta de cariño y de apoyo por parte de éste, lo que le lleva a plantearse traicionarlo robándole los manuscritos de sus obras pendientes de estreno, tentado por el dinero que le ofrece una compañía rival pero, en ese momento, alguien que no es Richard roba realmente los manuscritos y éste deberá infiltrarse en los bajos fondos de la ciudad para recuperar las obras de su hermano y limpiar su buen nombre.
Cornwell demuestra con esta novela su maestría a la hora de ambientar la historia en la Inglaterra isabelina a partir de un proceso de documentación exhaustivo e introduciendo en el argumento muchos de los aspectos más representativos de esa época, como la brutal persecución de los cristianos fieles a la iglesia apostólica
que se produjo por parte del estado o como la estricta diferencia de clases sociales que marcaba la vida cotidiana.
Al final, la novela se convierte en una oda al mundo del teatro que deja fascinado al lector, al que muestra los entresijos de una compañía de actores entre bastidores, con todo el desarrollo que lleva consigo la representación de una obra; el reparto de papeles, los ensayos, la preparación del vestuario y los decorados, el miedo escénico y las disputas internas.
En mi opinión, una novela notable, sin duda.

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