Kate Mosse (Londres, 1961) es autora de obras de teatro y ensayos, además de presentadora de televisión, pero se hizo internacionalmente famosa con la publicación de la novela El laberinto (2005), la primera de la "Trilogía del Languedoc", que fue traducida a 36 lenguas en más de 40 países. Sus obras mezclan con habilidad la novela romántica, el misterio sobrenatural y la novela histórica, fórmula que a la autora le ha dado muy buenos resultados comerciales.
En Los fantasmas del invierno (2009) nos encontramos a Freddie Watson, un joven inglés que no ha logrado superar la muerte de su hermano mayor en la Primera Guerra Mundial, a pesar de que ya han pasado diez años de la tragedia. Ha estado ingresado en un centro psiquiátrico tras sufrir una crisis nerviosa y, una vez recuperado, emprende un viaje en coche por el sur de Francia. En la zona de los Pirineos le sorprende una fuerte tormenta de nieve y sufre un accidente que deja su coche inutilizado. Se refugia entonces en un pequeño pueblo llamado Nulle y allí asiste por la noche a una cena popular en la que conoce a una hermosa chica llamada Fabrissa, de la que queda prendado. Cuando amanece, la chica ha desaparecido y empiezan a suceder hechos extraños que sugieren que todo lo ocurrido la noche anterior es fruto de un sueño o de una alucinación, pero Freddie no se conformará con esa explicación y tratará de resolver el misterio sin ninguna ayuda.
Estilísticamente, la novela no ofrece nada destacable, en cambio el argumento resulta atractivo, aunque algo previsible, y representa una revisión y una actualización de los relatos góticos de fantasmas. En cualquier caso, es una novela entretenida que se deja leer con facilidad y poco más.
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